domingo, abril 02, 2006

Carta en El Dominical

Hoy salió publicada la siguiente carta que envié a El Dominical de El Comercio

Una mente sin recuerdos
En el artículo titulado ¿Una mente sin recuerdos? del número anterior de El Suplemento El Dominical, el autor menciona erróneamente el nombre "propanolol" al referirse a un medicamento muy importante. Debo señalar que este es un error muy común incluso entre profesionales de salud tanto en la pronunciación como en la escritura. El nombre correcto es "Propranolol". Creo que cabe resaltar este detalle por ser este medicamento una de las más importantes contribuciones del siglo XX a la medicina y la farmacología y su invención le valió a Sir James Black el premio Nobel de medicina en 1988.
Dr. Isaac Alva López
CMP 44245
DNI 09915141

El art
ículo al que hago referencia es el siguiente:


¿Una mente sin recuerdos?
Muchas veces, el recuerdo puede llegar a ser una de las experiencias más lacerantes para el ser humano. Las imágenes mentales que hacen revivir las escenas sanguinarias de una guerra, la sensación de dolor ante una tortura, el encierro de un secuestro, el sentimiento de indefensión en una violación sexual, o la impotencia en un accidente automovilístico, pueden turbarnos por años.
Medicamento puede alterar nuestra memoria. Estudios de la Universidad de Harvard estarían a punto de constatar que un medicamento tendría la propiedad de modificar la forma en que almacenamos los recuerdos de hechos traumáticos.

Sin embargo, el reconocido psiquiatra Roger Pitman de la Universidad de Harvard parece haber encontrado una nueva propiedad en el medicamento llamado Propanolol, que alteraría la forma en que almacenamos los recuerdos en nuestra mente; especialmente aquellos que originan los Trastornos por Estrés Postraumático (TEP) y que afectan en los países desarrollados al 22% de las personas que han padecido un accidente de tráfico y al 95% de quienes han sufrido una agresión sexual.
En el Hospital General de Massachussets, Pitman suministró ese medicamento en algunos casos y un placebo en otros a 19 personas que acababan de vivir una experiencia traumática, como accidentes en carretera o violaciones. Tres meses después, aquellos pacientes escucharon unos casetes en los que ellos mismos habían relatado los hechos terribles que sufrieron. El resultado fue que los que tomaron Propanolol tuvieron una menor cantidad de síntomas de estrés que los que ingirieron el placebo durante la audición.
LA PERSPECTIVA BIOLÓGICA
¿Por qué el Propanolol podría manipular los síntomas del Trastorno por Estrés Postraumático? El psiquiatra Alberto Fernández nos cuenta que cuando una persona pasa por ese tipo de alteración se produce una sobreactivación de los sistemas de alarma, los que están regulados por la actividad de unas sustancias llamadas hormonas del estrés. "Ante un evento traumático intenso, esos sistemas se hipersensibilizan y 'aprenden' a responder de manera exagerada a hechos que recuerden el evento traumático", cuenta Fernández, precisando que esos sistemas están estrechamente relacionados con los procesos de memoria y aprendizaje.
En ese sentido, cuando la persona se topa con un estímulo que la hace recordar un episodio traumático, éste acude a su memoria como si lo estuviera experimentando nuevamente, acarreando el mismo grado de angustia, terror o impotencia. Según el estudio de Pitman, lo que haría el Propanolol es bloquear los efectos de las hormonas del estrés, permitiendo así que los recuerdos de esos lamentables sucesos no se marquen de manera tan acentuada en nuestra mente. "El Propanolol tiene la capacidad de inhibir unos receptores localizados en el sistema nervioso que manejan la forma en que memorizamos las situaciones de estrés. Esos receptores son los que captan la señal de un neurotransmisor llamado noradrenalina, que precisamente es el que controla la amígdala y el eje hipotálamo-hipofisis-adrenal, aquellas áreas del organismo que generan las hormonas del estrés. Eso explica que este medicamento podría ser el medio para controlar los TEP, dependiendo de lo que vayan arrojando las siguientes investigaciones", sentencia Fernández.
FORMACIÓN DE LA MEMORIA
El estudio realizado en Massachussets se centra en la posibilidad de impedir que el recuerdo de un hecho traumático se asiente con fuerza en la memoria, al suministrarse el Propanolol inmediatamente después de ocurrido el lamentable incidente. Y es que, en efecto, toda recordación no se imprime de manera instantánea en el cerebro. Después de una cierta cantidad de horas, nuestras redes neuronales recién convierten una impresión en memoria.
No obstante, y a pesar de que la tradición neurocientífica señala que el recuerdo ya establecido difícilmente puede ser modificado, Pitman y otros especialistas han tratado de ver los efectos del Propanolol en personas que han sufrido traumas hace veinte o treinta años, mientras los enfrentan a los terribles hechos del pasado. Por ello, lo que se busca es atenuar el efecto del recuerdo traumático, más no borrarlo.


José Carlos Cabrejo

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