Suelo transportarme en combi a diario y una de las cosas que más me llama la atención de estas unidades de transporte público son los asientos reservados.
Es cierto que están accesibles como la ley manda pero también es cierto que son más inseguros e incómodos que los demás asientos. En primer lugar, si el conductor frena intempestivamente (sucede a menudo) los pasajeros tendrán la oportunidad de ser contenidos por los asientos delanteros con la única excepción de los asientos reservados. Los que tienen la mala suerte estar sentados en estos asientos saldrán disparados hacia delante irremediablemente. Talvez tengan la suerte que haya gente sentada en los asientos improvisados delante de ellos. Talvez esas personas les sirvan de colchón y les ahorren algunas fracturas. Pero esta especie de salvavidas humanos genera disconfort a las personas que debieran viajar cómodamente.
Creo que la única alternativa sensata es que esos asientos reservados cumplan una función importante cuando lleven cinturones de seguridad y no permitan que haya gente sentada delante de ellos. De lo contrario es solo un saludo a la bandera como casi todo en nuestro país.
Además es importante que la gente que trabaja en transporte público entienda que esto es muy importante. De nada sirve obligarlos a poner cinturones y letreros de “asiento reservado” si al final no les da la gana de recoger gente discapacitada.
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