El 2007 por algunas horas tensas, un grupo de trabajadores de salud pública, fuimos considerados Pishtacos en Calleria. Esto se me vino a la memoria leyendo los titulares de los periódicos de un asunto mediatico promovido desde la policía tras capturar un grupo de "pishtacos" confesos. Desde las primera noticias me pareció algo increíble que le den tanta cobertura a algo tan burdo. Pero pensé que tal vez es de esos titulares de un día que anuncian cosas catastróficas como fechas y horas exactas del fin del mundo. Pero pasaban los días y la prensa seguía cubriendo con seriedad el asunto. Incluso algunos diarios "serios" ponían iconografías sobre campamentos en los que había chozas donde colgaban patas arriba a las víctimas para desgrasarlos con el calor de las velas. Ya me comencé a preocupar y me hizo recordar a las vírgenes que lloran a inicios de los noventa.
Luego vino la contracampaña de acusaciones de cortinas de humo pero ya el daño estaba hecho reavivando la historia de los pishtacos.
Mi gran preocupación es que esto va a afectar a los trabajos de salud publica futuros como nos afecto en el 2007 cuando estábamos haciendo diagnósticos en zonas rurales de la selva y nos acusaron de pishtacos que íbamos a vender la sangre y la grasa. Ahora con el mito revivido las cosas serán algo mas complicadas.
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