De cómo Juanito sigue siendo mi amigo

En realidad nunca dejó de serlo. Pero es grato verlo cada 10 años en el mismo lugar de siempre haciendo patria desde su trinchera: la educación primaria sanmartinese. Quiero referirme a Juanito hoy porque el mes pasado lo volví a ver en su casa, en Juanjuí. Juanito aún no usa correo electrónico ni facebook y es feliz. Recientemente tiene un celular que no es completamente suyo aún porque lo comparte con su esposa e hija. Sigue viviendo en el lugar de siempre. Aquella casa a la que iba a visitarlo desde la primaria y en cuya puerta solían caminar atareadas muchas curuhuinsis, sobretodo de noche. Juanito siempre ha sido mi amigo y lo ha sido mucho más el mes pasado. Fuí a Juanjuí en busca de otros amigos perdidos por el tiempo. El pretexto fue el reencuentro Wiessino. El resultado sinceramente fue decepcionante pero no impredecible. El reencuentro Wiessino es y talvez lo será en mucho tiempo un infeliz binomio de fulbito y fullvaso (curiosamente esto es publicitado en la televisión como "ingenio" peruano). No hay nada de novedad en esto excepto en que es el primer reencuentro Wiessino que participo y ahí estuve para constatarlo en vivo y en directo. Talvez sea muy viejo o talvez soy simplemente diferente pero lo importante es que no soy el único. Juanito tambien vive al margen de este binomio. Volví a Juanjuí con muchas ilusiones de volver al colegio pero no para un simple fulbito/fullvaso. Mis sueños eran mucho más amplios. Quería reencontrarme con los estudiantes, verme reflejado en alguno de ellos como cuando yo estaba en esas aulas. Hablar de su educación y de sus planes futuros. Lamentablemente mi llegada coincidió con una huelga, mis sueños quedaron truncos y solo me quedó observar el infeliz binomio. Dudo mucho que vuelva a un reencuentro Wiessino al menos en los proximos 5 años y menos cometeria otra vez el error de ir ilusionado, con mi familia, en medio de una huelga. Aún abrigo la esperanza de volver al Wiesse pero lejos de la bulla del reencuentro Wiessino. Talvez vaya un día cualquiera a charlar con los estudiantes y en esas circunstancias creo que sería secundado por Juanito, mi amigo de toda la vida.