Parte de mi educación secundaria la estudié en el Colegio Nacional
Carlos Wiesse de Juanjuí. Lo más resaltante de mis recuerdos en este colegio es haber conocido amigos totalmente diferentes a los que posteriormente conocí en Trujillo y Lima. Muchas cosas negativas se dice en la costa sobre los pobladores de la selva peruana. Pero para quienes hemos estado ahí desde la infancia temprana estas opiniones llenas de prejuicios no tienen cabida. Reservo un cariño especial al recordar a mis amigos de apellidos locales como Tuanama, Amasifuén, Tapullima, Shupingahua, Sangama, Sinarahua, etc. Mucho tiempo después caí en la cuenta que esos apellidos son una herencia innegable de los pobladores nativos lamistas. Creo que muchos de ellos no lo habrían admitido porque para los niños el pasado familar no es tan importante, sobretodo si eso nos trae desventajas. Los niños al desconocer las consecuencias futuras en la identidad cultural suelen ser crueles con los sobrenombres. Si alguien dice mis padres son indígenas o habla un idioma indígena se ganaría un sobrenombre que lo acompañaría toda su vida. Así que si los niños con dichos apellidos sabían o lo intuían su pasado cultural, lo callaban religiosamente. O talvez el silencio viene de varias generaciones (con pérdida del idioma incluido) y simplemente no sabían de los orígenes de sus apellidos.
También tenía amigos de apellidos hispanos como Pinedo, Ríos, Vásquez. Muchos de ellos más blancos que cualquier limeño. Es que en la selva se han quedado muchos descendientes de españoles haciendo que ciertos apellidos sean mucho más frecuentes que en otras regiones. El Juanjuí de los ochentas que yo conocí era como Lamas de un solo piso. Un lugar donde los descendientes de españoles y de nativos conviven en el mismo lugar. El Carlos Wiesse es un gran ejemplo de esta conviviencia.
4 comentarios:
Nuestra Selva es sin lugar a dudas uno de los lugares mas maravillosos que Dios ha creado en este planeta, esa simbiosis existente entre la gente y su habitat la hace super atractiva y diferente de otras regiones del pais,ahi se convive entre los cantos de bellos pajaritos, la inocencia de su gente de todas las razas y el sol radiante... Orgullosamente juanjuino!
Me gusta este artículo. Breve y fresco; en esas breves lineas se percibe una fragancia a nostalgia y deseos de revivir aquellos momentos.Tambien estudié parte de mi primaria en Juanjui y tuve que migrar por una mejor educación, pero lo que se vive en lugares donde la gente es aún mas sencilla son inolvidables.
Leyendo estas palabras de los compañeros que en su dia fueron y seran por siempre estudiantes del colegio wiesse, de la ciudad de juanjui, pueblo que se resiste avanzar no por que su alma no quiere florecer en el bello amanecer, si no por que muchas veces tenemos que dejarla a su suerte para seguir avanzando profesionalmente nos guste o no... la abandonamos a su suerte, es injusto pero es asi; perdon me desviaba, decia que al leer estos escritos siento profunda nostalgia, se me escapa alguna lagrima, porque no, es el buen recuerdo que tengo de haber vivido alli y el estar tan lejos no ayuda precisamente. Qiero llegar a todos las personas que vivieron y los que siguen ahi tambien a los que van llegando forasteros, inmigrantes o enamorados de la naturaleza que luchen para que la ciudad siga siendo pacifica, unida pero con un toque de modernidad de prosperidad y se convierta en un paraje turistico en un tiempo no muy lejano. grancias a todos un saludo para la promocion MARIANO MELGAR 1991 "UNIDOS POR SIEMPRE"
Sin duda alguna el mejor colegio de Juanjuí es el "Carlos Wiesse".
y para él estas líneas escritas con una nostalgia de mis más bellos recuerdos que estarán presentes siempre:
Bello y espandoroso por donde lo miráis,
De alma mater por siempre serás.
Carlos Wiesse, mi colegio, es el mejor y siempre lo será...
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