Hace más 15 años que fui por última vez a la Huaca de la Luna. En ese entonces solía ir con mi familia a caminar al Cerro Blanco. Como parte de estas caminatas era inevitable tener que contemplar esta huaca y caminar sobre ella. El acceso era libre y no éramos muy concientes de que estábamos caminando sobre un tesoro tan valioso. Tuvo que pasar varios años para que un equipo de arqueólogos descubriera los frisos que estaban escondidos debajo de la tierra y que ahora son el orgullo de todos los trujillanos.
La huaca de la luna, al igual que la huaca del sol, esta situada en el valle de Moche a 8 kilómetros de Trujillo. La vía de acceso ahora está asfaltada y en el trayecto uno puede apreciar zonas de cultivo y ganadería. Es una experiencia muy interesante contemplar el paisaje en esta vía que antes caminábamos entre tierra y arena. Ahora con la pista el acceso en transporte público es bastante rápido.
(Fotografías gracias a Luz
García )
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