Bitácora personal de Isaac Alva. En esta bitácora respeto los derechos de propiedad de los contenidos audiovisuales (fotografías, videos y/o audios). La fuente está siempre explícitamente citada al final de cada nota.
jueves, diciembre 15, 2011
El Facebook y yo.
Conozco poquísimas personas jóvenes que viven deliberadamente al margen del Facebook. Sospecho que no por mucho tiempo. Y es que Facebook se ha vuelto una parte importante de nuestras vidas para mucha gente en el mundo. Son muchas las razones para usar Facebook. No voy a negar que muchas veces ando mucho tiempo en el Facebook sin saber por qué y con un fin no determinado. Facebook tiene propiedades adictivas dignas de muchos libros. Al inicio decidí abrir mi cuenta en Facebook porque me inspiró el hecho que haya sido creado desde un ambiente universitario. Pensé que sería una buena oportunidad para mantener mis vínculos con amigos de la universidad. Sinceramente para eso abrí mi cuenta (Como hasta hace poco hice lo propio con LinkedIn). Luego esto derivó en muchas otras cosas. Mi motivación estuvo además en concordancia con mi insatisfacción con Hi5, la primera red social que usé hasta hace algunos años. Dejé de usar Hi5 porque tenía demasiados colores y despropósitos que a veces sentía que estaba en una feria cibernética. Pues bien, al ver la interfaz de Facebook menos chillona y más funcional, supuse ilusamente, que acá está el tono de sobriedad que andaba buscando. Pronto descubrí otra realidad. O mejor dicho, redescubrí que cada vez tenía menos amigos reales en la medida que aumentaba el número de friends en Facebook. Por otro lado, redescrubrí que la universidad ya no existe en el Perú. Me refiero al hecho que cada amigo universitario que agregaba en mi red, se convertía en otra persona, no universitaria, en Facebook. Me refiero a una plaga de horrores ortográficos, frases soeces y una lluvia de sandeces. La falta de comentarios críticos me hizo pensar que talvez estaba en el lugar equivocado. En mi vida diaria siempre he tratado de evitar hablar de fútbol, política y religión. Primero porque me he consideraba un completo ignorante en estos asuntos y muy desinteresado en opinar de cosas que no conocía y que no me apetecía conocer. Segundo, porque mis interlocutores siempre terminaban enfrascándose en pleitos apasionados donde no primaba la razón. Facebook me ha devuelto a ser espectador gratuito de esta andanada de improperios. Cada vez que hay elecciones o partidos de fútbol me lleno de mensajes que me hacen sentir menos orgullosos de mis amigos universitarios virtuales. Me quedaba dos opciones, o cambiaba mis expectativas de Facebook o cancelaba mi cuenta. Decidí cambiar de expectativas. Así que me propuse usar Facebook para contactar amigos no universitarios. Así que comencé a tener más esperanzas darle un sentido a Facebook en mis familiares y amigos de mis épocas de escolar y colegial. Puedo decir que me siento feliz de este cambio de rumbo porque con mis contactos no universitarios busco otras cosas, acaso más profundas. No espero comentarios universitarios ni académicos. Busco simplemente gente con quienes he compartido otros intereses en otras etapas de mi vida. De ese modo trato de creer que si bien ya no existe la universidad en el Perú talvez eso ya no sea tan importante.
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